Cada
despedida se ha hecho más difícil,
Pareciera
que entre más se marca la brecha de la distancia,
Más razones
para dudar sobre nosotros se abalanzan,
Miedos,
fracasos, futuro incierto y un par de fantasmas.
Pero cuando
te veo legar,
Cuando tu
sonrisa ilumina mi mirada,
Cuando
caminas hacia a mí y me abrazas,
Cuando
juntamos nuestros latidos en una sola llamarada,
El ego se
calla,
La pasión
emerge,
El amor nos
envuelve,
El tiempo se
para.
Cuando
estamos cerca todo es posible,
Cuando
estamos cerca no existe la duda,
Cuando
estamos cerca la tarde no nos dura,
Cuando
estamos cerca vemos lo invisible.
Ahora,
durante las tardes, veo del otro lado de la ventana,
Donde el sol
alumbra con sus dorados rayos de adiós,
Te imagino
del otro lado sonriendo,
Con esa
mirada que hace ver incluso al ciego,
Y en ese
momento mi corazón palpita más fuerte de nuevo,
Y en ese
momento convierto en coraje, todos mis tormentos.
Nada nunca
jamás podrá remplazar el estar cerca de ti,
El sentir el
calor de tu alma y la perfección de cuerpo que me engrana,
Pero
mientras tanto soñemos,
Mientras
tanto agradezcamos de ser nuestros dueños,
Y
simplemente pensemos, que estamos bajo el mismo cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario