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lunes, 2 de diciembre de 2013

NAYELLY ALEJANDRA



Y la batalla final se dio,
Y al final hubo un vencedor,
Entre las discrepancias de la razón,
Surgió el rugido de la emoción.

Y es que las cosas de la mente a la mente,
Y las cosas del corazón al corazón,
Para que medir y cuantificar lo inherente,
Para que seguir el patrón.

Yo que era como un barco,
Yo que creí que tenía el timón,
Que me sentía libre de navegar entre puerto y puerto,
Y  en realidad, siempre estuvo en alta mar mi decisión,
Sin rumbo ni meta,
Simplemente dejándose llevar,
Por un viento cualquiera.

Ahora puedo gritar, Tierra a la vista¡¡¡
y mi ancla por siempre arrojar,
Tirar por la borda de mi pasado la negra lista,
Mirar a diario los ocasos,
Y quedarme por siempre entre tus brazos,
Mirando la misma bahía.

Así se siente mi ser,
Así se siente cuando te miro cada anochecer,
Cuando estamos juntos,
Hago del tiempo que se recorran los segundos,
Y así mas tiempo te puedo tener.

Eres el tesoro  que encontré en mi vida,
Eres la pasión de mis ojos que me motivan,
Eres el dulce recuerdo que hace que me exija más cada día.

Tú que todo me conoces,
Y no optaste por lo bueno o lo malo,
Si no por toda la aventura completa estando cada uno a nuestro lado,
Re-definiendo tiempo y espacio,
Dejando esos preceptos a los físicos e ingenieros. 

TE QUIERO DAR LAS GRACIAS,
Por creer en lo que creemos,
Por ver mas allá de un domingo risueño,
Por aguantar las barreras de los cerros,
Por realizar este sueño de diez años, que los calendarios nos interpusieron.

Por que se que estaremos juntos por siempre,
Porque diario te tengo en mi mente,
Porque me siento en puerto seguro,
No dudes corazón que diario doy un paso para que se realice nuestro mundo.

Somos más que una simple relación,
Somos más que un horario y rutina,
Somos nuestro manantial y la luna divina,
Somos el cielo que nos cobija,
Somos la idea, la paz y la dicha,
Somos el amor viviéndolo cada día.

02/11/2013








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