Y la batalla final se dio,
Y al final
hubo un vencedor,
Entre las discrepancias
de la razón,
Surgió el rugido
de la emoción.
Y es que las
cosas de la mente a la mente,
Y las cosas
del corazón al corazón,
Para que
medir y cuantificar lo inherente,
Para que
seguir el patrón.
Yo que era
como un barco,
Yo que creí
que tenía el timón,
Que me sentía
libre de navegar entre puerto y puerto,
Y en realidad, siempre estuvo en alta mar mi decisión,
Sin rumbo ni
meta,
Simplemente dejándose
llevar,
Por un viento
cualquiera.
Ahora puedo
gritar, Tierra a la vista¡¡¡
y mi ancla
por siempre arrojar,
Tirar por la
borda de mi pasado la negra lista,
Mirar a
diario los ocasos,
Y quedarme
por siempre entre tus brazos,
Mirando la
misma bahía.
Así se
siente mi ser,
Así se
siente cuando te miro cada anochecer,
Cuando estamos
juntos,
Hago del
tiempo que se recorran los segundos,
Y así mas
tiempo te puedo tener.
Eres el
tesoro que encontré en mi vida,
Eres la pasión
de mis ojos que me motivan,
Eres el
dulce recuerdo que hace que me exija más cada día.
Tú que todo
me conoces,
Y no optaste
por lo bueno o lo malo,
Si no por
toda la aventura completa estando cada uno a nuestro lado,
Re-definiendo
tiempo y espacio,
Dejando esos
preceptos a los físicos e ingenieros.
TE QUIERO
DAR LAS GRACIAS,
Por creer en
lo que creemos,
Por ver mas allá
de un domingo risueño,
Por aguantar
las barreras de los cerros,
Por realizar
este sueño de diez años, que los calendarios nos interpusieron.
Por que se
que estaremos juntos por siempre,
Porque
diario te tengo en mi mente,
Porque me
siento en puerto seguro,
No dudes corazón
que diario doy un paso para que se realice nuestro mundo.
Somos más
que una simple relación,
Somos más
que un horario y rutina,
Somos nuestro
manantial y la luna divina,
Somos el
cielo que nos cobija,
Somos la
idea, la paz y la dicha,
Somos el
amor viviéndolo cada día.
02/11/2013
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